Gangas |
El cuento que pego a continuación es un homenaje a todos aquéllos que no se quedan quietos ante las injusticias y que protestan para exigir que las cosas cambien y mejoren para el conjunto de los ciudadanos. He recogido algunas de esas frases ingeniosas (que comenzaron a aparecer con las protestas del 15M y que han proliferado desde entonces) con las que las personas se han significado en las multitudinarias manifestaciones que hay casi cada día contra los recortes, aportando imaginación a la indignación.
La fotografía que lo acompaña la realicé en El Rastro, uno de esos días mágicos en los que el desorden del final de la mañana hacen de la calle un escenario preparado para el arte.
Tanto el cuento como la fotografía han sido publicados también en la web de información www.nuevatribuna.es
El lugar en el que
nunca pasa nada
El lugar en el que nunca pasa nada está comido por los
murmullos, que recorren los pasillos como las cucarachas sorprendidas por un
rayo de luz. Nadie sabe quién lo ha hecho, pero ha aparecido una pintada en el
salón de las comidas en la que puede leerse: “Si no nos dejáis soñar, no os
dejaremos dormir”. La pintada ha sido descubierta un día después de que se suspendieran las clases de
teatro en las que participaban más de la mitad de los residentes. La dirección
del centro aseguró en una circular que se suprimían debido a un recorte en el
presupuesto.
El lugar en el que nunca pasa nada está comido por los
murmullos, que atruenan los pasillos como un grupo de adolescentes en un
concierto heavy. Nadie sabe quién
lo ha hecho, pero ha aparecido una pintada en el frontispicio de la capilla en
la que puede leerse: “No nos falta dinero, nos sobran ladrones”. La pintada ha
sido descubierta después de que se supiera que las monjitas que atienden a los
residentes han sido las principales beneficiarias del testamento de tres
ancianos con demencia senil recientemente fallecidos.
El lugar en el que nunca pasa nada está comido por los
murmullos, que retumban en los pasillos como golpes de hambre en las paredes de
los estómagos de los niños. Nadie sabe quién lo ha hecho, pero ha aparecido una
pintada en la que puede leerse: “Violencia es dejarnos sin galletas”. La
pintada ha sido descubierta un día después de que se dejaran de repartir
galletas en la merienda de los residentes. La dirección del centro aseguró en
una circular que se suprimían las galletas en las meriendas debido a un recorte
en el presupuesto.
El lugar en el que nunca pasa nada está comido por los
murmullos, que inundan los pasillos como el agua que rebosa los pantanos en una
crecida tras una noche de lluvias torrenciales. Nadie sabe quién lo ha hecho,
pero ha aparecido una pintada en el consultorio médico en la que puede leerse:
“¡Exigimos que nos traten como personas, no tenemos prisa para morirnos!”. La
pintada ha sido descubierta un día después de que un residente muriera de una
subida de tensión justo la noche en la que entraba en vigor la nueva norma por
la que se han eliminado las guardias médicas nocturnas. La dirección del centro
aseguró en una circular que se suprimían las guardias médicas nocturnas debido
a un recorte en el presupuesto.
El lugar en el que nunca pasa nada está comido por los
murmullos, que ensordecen los pasillos como una salva de cañonazos. Nadie sabe
quién lo ha hecho, pero ha aparecido una pintada en la recepción del centro,
frente a la puerta del director, en la que puede leerse: “Si luchas puedes
perder, si no luchas estás perdido”. La pintada ha sido descubierta un día
después de que se repartiera una circular en la que se advertía de que comenzarán
a cobrarse los medicamentos, se suspenderá el servicio de comedor para las
cenas y se eliminará la consulta de fisioterapia y estimulación.
El lugar en el que nunca pasa nada, ha sido invadido por un
grito sordo y unánime de protesta. Todos los ancianos de la residencia se han
concentrado delante de la fachada del centro con una brocha en la mano para
realizar una pintada gigante de múltiples colores en la que pueda leerse: “Cada
corazón es una célula revolucionaria”. Han acampado en el jardincillo que hay a
la entrada del centro con la intención de no moverse hasta que readmitan a
Bernardino y a Francisca, los dos residentes del segundo piso a los que
pillaron hace dos días con el spray del delito en la mano, justo después de
finalizar una pintada en la que podía leerse: “Si no hay platos para todos,
romperemos la vajilla”. Los dos admitieron ser los autores de las pintadas que
han hecho de esta residencia de ancianos un lugar en el que han comenzado a
pasar muchas cosas.
Carmen Barrios
Me gusta la foto y también los relatos , son muy ingeniosos.Le sacas buena punta a las frases de protesta que escuchamos, una manera de protestar tú también.
ResponderEliminarYo también he metido una nueva entrada en mi blog tras un paréntesis de depre ahora me sale la rabia.Si quieres verla entra en http:placeresrecuperados.blogspot.com