domingo, 8 de noviembre de 2015

7N FEMINISTA CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS






Cibeles se reivindica y se viste de violeta para protestar contra las violencias machistas

La diosa Cibeles se vistió de violeta para protestar contra las violencias machistas el día 6 de noviembre de 2015. Cibeles se colocó sus mejores galas para acompañar a una multitud al día siguiente, el 7 de noviembre, una fecha que quedará rotulada como histórica en el calendario de las luchas feministas en España: cerca de 300.000 personas (según las organizaciones convocantes) –mayoritariamente mujeres- de todas las edades, y venidas de muchos puntos de la geografía española (se desplazaron unas 21.000 en trenes y autobuses) se manifestaron en las calles de Madrid para decir un NO radical a las violencias machistas.

Esta primera marcha estatal contra las violencias machistas lleva gestándose desde hace casi un año, cuando la coordinadora feminista de valencia parió la idea en una de sus habituales reuniones. Desde entonces, enero de 2015, organizaciones feministas de toda España han trabajado duro para conseguir que en la ciudad de Madrid se escuchen las voces firmes de las mujeres reclamando el fin de las violencias machistas. 


La convocatoria del 7NFeminista, porque “Nos queremos vivas”, ha sido un éxito de movilización sin parangón en la historia del feminismo en España. Un éxito para visibilizar un clamor social que pone en el tejado de la política -de los partidos que concurren a las elecciones, de los activistas políticos y del Gobierno que salga de las inminentes elecciones del 20 de diciembre, así como de toda la sociedad- una pelota rellena de exigencias políticas y sociales para frenar las violencias, las que se producen en todos los órdenes de la vida las mujeres, tanto las pequeñas violencias cotidianas como las grandes violencias criminales.

El feminicidio es la manifestación extrema de las desigualdades entre los hombres y las mujeres. Las  violencias que sufren las mujeres son alentadas por la cultura machista y patriarcal, que tenemos adherida a la epidermis social como un parásito. La cultura machista y patriarcal es una garrapata que nos chupa la sangre y nos impide prosperar como sociedad. Sin igualdad, tanto entre los géneros como entre las clases, las sociedades retroceden, entran en crisis.


 Esa cultura machista y patriarcal es la que alienta, por ejemplo, que se minusvalore salarialmente a las mujeres, provocando que continúe aumentando la desigualdad salarial –que es otra de las formas de violencia contra las mujeres- y que la diferencia entre lo que ganan los hombres y las mujeres haya superado los 500 euros en 2014. La distancia creció porque las ganancias de las mujeres bajaron (3,5 euros menos al mes) hasta situarse en 1.618,1 euros mensuales (de media), mientras que la de los hombres aumentó (23,8 euros más), para fijarse en una media de 2.125 euros (según datos del INE).

Esa cultura machista y patriarcal es la que alienta que los cuerpos de las mujeres sean considerados mercancías que se pueden comprar y vender, en un insoportable mercado de trata de mujeres que mueve más de 32.000 millones de dólares al año en el mundo, sin duda otra de las formas más terribles de violencia. Y qué decir de la cultura visual, cine, publicidad, televisión, que maleduca diariamente abundando sin complejos en utilizar el cuerpo femenino como un mero objeto de adorno, cosificándolo, para vender cualquier cosa…

Por eso ha sido tan importante la manifestación del 7NFeminsita en Madrid. Porque ha permitido que el movimiento feminista saque músculo y muestre su rebeldía, que sea visible. Las organizaciones convocantes (más de 300) han tenido el acierto de que sean mujeres víctimas de violencia machista las que encabezaran la marcha. La manifestación fue emocionante desde el primer minuto, cuando Ángela González –una mujer cuya hija fue asesinada por su padre en un régimen de visitas- leyó el manifiesto de inicio de la marcha.

Esta marcha es también una protesta contra los recortes sistemáticos en los recursos públicos destinados a las políticas de igualdad de género protagonizado por el Gobierno del Partido Popular, que han afectado también a los derechos sexuales y reproductivos, así como recortes y retrocesos en la ley de interrupción voluntaria del embarazo de las menores de 16 y 17 años y en los presupuestos específicos para enfrentar la violencia machista.

Las violencias contra las mujeres se han recrudecido durante estos últimos años, en los que han seguido muriendo mujeres a manos se sus parejas o exparejas. En lo que llevamos de año se han cometido 70 feminicidos, que arrojan un saldo insoportable: 1378 mujeres victimas de terrorismo machista desde que en 1995 comenzara la estadística de la peor de las lacras que puede tener un país.

El 6 de noviembre la diosa Cibeles se reivindicó y se vistió de violeta para acompañarnos a partir del 7NFeminista en una lucha sin tregua contra las violencias machistas. Ella, la representación de la madre tierra en nuestro Madrid, que encarna la naturaleza salvaje simbolizada por los dos leones que tiran de su carro, se vistió de violeta para decir ¡Basta! ¡Ni una mujer asesinada más!



 *PD. Justo al terminar este texto he leído en un par de diarios digitales que podría haber tres nuevas víctimas de terrorismo machista, dos en Valencia y una en Córdoba, todas ellas asesinadas con un arma de fuego. Ayer viví un día reivindicativo de lucha feminista, un día luminoso y feliz en las calles de Madrid. Hoy vuelvo a sufrir por las víctimas. Tres mujeres asesinadas más, es insoportable, ¡¿hasta cuándo?!